Futurismo vernáculo veneco

A propósito del video que compartí ayer sobre la ciencia-ficción venezolana – lo pueden ver aquí – voy a hablar un poco de este tema tan poco conocido por el publico en general.

La ciencia-ficción vernácula veneca; ¿Existe? ¿Es buena? ¿Cómo puedo conseguir libros de ciencia-ficción venezolana? ¿Quiénes son estos autores?

Vamos a empezar poco a poco y desde el principio. Empecemos por entender que es la ciencia-ficción y porque son tan pocos los autores venezolanos y latinoamericanos que se aventuran en este genero.

La CF es un género literario derivado de la literatura de ficción, al igual que la literatura fantástica y de terror, que trata temas especulativos dentro de un marco de verosimilitud científica y tecnológica. Muchos autores sostienen que el término adecuado para este género debería ser Ficción Científica, yo estoy de acuerdo. Este género es casi tan antiguo como la literatura misma, aunque el termino como tal se uso por primera vez en 1926 en la revista Amazing Stories. Autores del siglo XIX tales como Julio Verne, Jonathan Swift, H.G. Wells y Edgar Allan Poe, son de sus pioneros más conocidos, aunque obras como la Utopia de Tomas Moro (1516), Somnium de Johannes Kepler (1634), El Otro Mundo de Cyrano de Bergerac (1662) y Frankenstein de Mary Shelley (1818) son obvios ejemplos de proto-ciencia ficción.

El final del siglo diecinueve y el principio del veinte, vieron el auge de este género porque abrazaba los mismos ideales de la revolución industrial; desarrollo tecnológico, modernidad, optimismo por el futuro, y transformación social. Al igual que los principales inventores y desarrollos tecnológicos de este periodo, las principales obras y autores de CF se originaron en los países mas desarrollados; tenían acceso directo a este progreso y lo vivían de primera mano. En nuestro lado del mundo; América Latina y el Caribe, esta vanguardia se veía de lejos, como algo ajeno a nuestras realidades diarias. Esta etapa histórica la vivieron la mayoría de nuestras naciones sumidas en terribles gobiernos dictatoriales, que las hundieron en el sub-desarrollo tanto económico como tecnológico. Esta podría argüirse como la principal razón histórica para la sequía de autores de ciencia-ficción en América latina, otra podría ser; la gran desigualdad social que causa el sub-desarrollo, esto motivaba a los autores latinoamericanos a enfocar sus esfuerzos en géneros literarios mas afines a su realidad social, tal como la poesía, la novela histórica y el ensayo. El Realismo como movimiento literario era la norma de los escritores latinos de la época.

Aun así, seria inexacto de mi parte decir que no existen representantes de peso en la ciencia-ficción nacidos en nuestras latitudes, quien puede negar la existencia de un gigante como el argentino Jorge Luís Borges, o el otro sureño Bioy Casares. Podría citarse la obra; Las Sizigias y Cuadraturas Lunares del fraile franciscano Manuel Antonio de Rivas de 1775, oriundo de Mérida, México, como la primera obra de CF parida en nuestras tierras. De igual manera, los latinoamericanos creamos a fuerza de pura voluntad creativa nuestra propia versión caribeña de la CF, me refiero al Realismo Mágico tan bien representado por el colombiano García Márquez y sus Cien años de soledad. En otros países de la América del sur han habido también importantes exponentes: en Uruguay tenemos a Horacio Quiroga, quien jugueteo con el género, de Chile es el gran Alejandro Jodorowski, quien ha sido director de cine, actor, novelista y mago, y de México sobresale Alfredo Cardona Peña, poeta, ensayista y guionista de comics. Y más recientemente de Cuba, no podemos dejar por fuera de esta lista al polémico Yoss, seudónimo de José Miguel Sánchez Gómez, quien ha escrito varias novelas muy controversiales de CF como Se alquila un planeta (2001) y Súper Extra Grande (2012).

 

¿Pero que hay de nuestro terruño? ¿Se podría citar una lista de autores de CF venezolanos? Pues claro que si. El problema esta en que los venezolanos, en general, pensamos en la CF como un género literario de segunda categoría, sentimos desprecio por considerarlo como lectura para niños o de evasión de la realidad, llena de robots y pistolas de rayos láser. Los ejemplos más visibles y populares que conocemos inundan las pantallas del cine o la televisión como grandes Blockbusters de Hollywood o tontas series de dibujos animados con muy poco contenido emocional o social. En realidad, la CF nos brinda un abanico de posibilidades donde podemos expresar profundos conceptos sociales o políticos sin las ataduras de la realidad formal, nos da la libertad de explorar temas sin limitaciones ni ataduras.

José Urriola, autor de novelas como Santiago se va y Fisuras, que se pueden enmarcar perfectamente dentro de la CF, lo expresa magistralmente en entrevista con Mauricio Gomes Porras que reproducimos en parte a continuación:

“Ciertamente la ciencia ficción venezolana -que claro que existe, lo que pasa es que no se difunde ni se suele tomar en serio- se podría dividir en dos grandes ramas:

1) La paródica-satírica (una especie de relato costumbrista burlesco pero con revestimientos/maquillajes tecnológicos o futurísticos)

2) Una ciencia ficción más dura, universal, con menos presencia del color local.

Siempre he pensado que un proceso de terraformación a la criolla (cuando un colonizador llega a otro mundo y lo adapta a las características terrícolas) el Ávila sería lo primero en ser construido en ese planeta. Y quizás no sea fácil –incluso hasta involuntario o colateral- escribir de ciencia ficción venezolana y no acabar metiendo un chiste autorreferencial, haciendo una caricatura de nosotros mismos, extrapolando desde el presente para hacer una caricatura propia proyectada al futuro. Si Stanislaw Lem -y más tarde Andréi Tarkovski- hicieron de Solaris una versión de planeta rural eslavo, y Bradbury reproduce un pueblito idéntico a los de la América profunda en Marte, y Asimov pone a la gente en otra galaxia y dentro de miles de años a fumar y beber whisky en compañía de robots, pues por qué los venezolanos no vamos a meterle nuestras intervenciones desde el aquí y el ahora a esos paisajes del futuro”. 

“Un pobre diablo con el que solía discutir durante un tiempo decía, con gran orgullo, que los marcianos nunca llegarían a Caracas. Que llegaban a las grandes ciudades del mundo pero a Caracas no porque eso era muy chimbo. Es falso que los marcianos nunca llegarán a Caracas, que la nave nodriza de la flota espacial no flota sobre el valle de Caracas o sobre el puente sobre el Lago de Maracaibo… ¿y por qué coño no? ¿No es una imagen fascinante sobre la que dan ganas de escribir? Los marcianos en Caracas no morirían de gripe como los de H.G. Wells, seguramente acabarían asimilados, confundidos en el bochinche”.

José Urriola, 2015.

Suscribo completamente estas líneas, debemos quitarnos el complejo de inferioridad sobre la CF, ¿Quién dice que un maracucho no puede intentar llegar al centro de la galaxia? o ¿Qué un gocho no puede ser piloto de una nave interplanetaria? La CF no tiene porque estar escrita en ingles o en francés o en ruso, ni sus protagonistas tienen que llamarse Edgard, Joseph o Mark. Debemos creer en una CF escrita con nuestros códigos y acentos.

En los últimos años han ido apareciendo algunos exponentes que se han atrevido a creer y a crear. Urriola es uno de los mas importantes, pero también podemos mencionar a muchos otros como; Joseph Remesar, venezolano de nacimiento y que ha vagado por el mundo desde hace mas de veinte años, Joseph se especializa en un sub-genero de la CF que se llama Steampunk y sus novelas son muy apreciadas por los fanáticos del mismo. Ronald Delgado, físico especializado en Inteligencia Artificial, ya tiene en su haber tres potentes novelas de CF; El Despertar de Meganet, publicado en España, por Alfa Eridiani en el 2009, Réplica (2011) y Anómala (2013), es una referencia obligada de la CF veneca del s XXI. Carl Zitelman, es un cineasta y videógrafo venezolano que también se atrevió y ha escrito una obra distópica, satírica y magnifica de CF que se llama CHORO 2021. Rafael Baralt Lovera, el editor del magazine online The Winwood Times tuvo gran éxito comercial en el 2015 con su obra Identidad Compartida, una novela muy bien escrita sobre los peligros de la clonación humana. El maracucho Heberto José Borjas, quien no se considera a si mismo como autor de CF propiamente, pero que en su novela Hermanos mayores, habla de inteligencias alienígenas, también forma parte de este despertar de la Ciencia-ficción vernácula. Ibrahim Buznego es de las más recientes adiciones al género, su novela SERES: Enki Arya y la Máquina de Morfeo, es un thriller muy cinematográfico, con conspiraciones gubernamentales, laboratorios ultra secretos e inteligencias extraterrestres.

La lista sigue y sigue; Fedosy Santaella, Susana Sussman, Monc Rhodes, el fallecido y recordado Jorge de Abreu, Ana Teresa Rodríguez, y un largo etcétera.

Así que ya vemos, que si, si existe una ciencia-ficción vernácula veneca, y no solo existe sino que esta en crecimiento año a año con exponentes de altísima calidad. A los lectores y aficionados hispanohablantes del género, les sugiero que los busquen, los apoyen y los difundan, es la mejor y única manera de que sigan ahí y sigan escribiendo cada vez mas y mejor.

En la ficción científica veneca todo esta por hacer y todo es posible, hasta lo absurdo.

 

FUENTES

https://painkiller.wordpress.com/2015/03/11/se-puede-escribir-ciencia-ficcion-en-venezuela/

https://www.josephremesar.com/

https://letralia.com/recomendamos/2015/11/06/12-grados-de-latitud-norte-antologia-de-ciencia-ficcion-venezolana-de-varios-autores/

http://istmo.denison.edu/n23/articulos/04_sussmann_susana_form.pdf

https://elucabista.com/2016/01/12/ciencia-ficcion-una-mentira-bien-contada/

http://joseurriola.blogspot.com/

https://www.thewynwoodtimes.com/