“Vivito y coleando, gracias a la CHINITA querida.”

-Guliverio de Humboldt-

Soy un caraqueño del año 1975.

Nací en una pequeña y modesta clínica cerca del centro de mi ciudad, entre las esquina de Miguelacho y Peligro.

No me llamo leonydas, pero fue el sobrenombre que me puso uno de mis mejores amigos de infancia, burlándose de mi nombre real, y pensando que no me gustaría. Pues resulta que treinta años después aún lo uso, se ha convertido en mi seudónimo.

He sido mil cosas en mí vida, ninguna de ellas relacionadas con la escritura; diseñador gráfico, fotógrafo, editor, pintor de brocha gorda y hasta carpintero. Pero a pesar de esas mil ocupaciones, mi alma siempre estuvo en los libros. A los diez años descubrí a Sherlock Holmes y a Poe, a los catorce a Dostoyevski y a su Raskólnikov, y a los dieciséis el universo fantástico de Asimov, Bradbury y Clarke.

Siempre me considere como un “escritor sin manuscrito” ya que siendo un lector voraz, jamás tuve el coraje de poner dos o más palabras juntas.

No fue sino hasta tres meses después que nació mi hija, que el gusanito literario me mordió, y me mordió tan duro como para no soltarme más. Sucedió como usualmente suceden estas cosas, a través de un sueño. Me quede dormido una noche de marzo de 2019, y tuve el sueño más extraordinario de toda mi vida; soñé con un personaje, con un viaje y con unas circunstancias muy singulares. Al levantarme, las imágenes de este sueño aún resonaban vívidas en mi imaginación. No tenia opción, debía sentarme de inmediato a escribir. La historia se escribía sola, sentía que alguien me la narraba, como si ese sueño no hubiera acabado al despertar.

Y se sintió bien, como la epifanía de encontrar después de tantos años, tu nicho en el universo.

Dos años más tarde, heme aquí, presentando al mundo la historia que me narro mi hija recién nacida en mis sueños, y considerándome por primera vez como un escritor con todas las de la ley.

Guliverio de Humboldt – Viaje al centro de la galaxia, es mi opera prima. Te invito a leerla con la mente y el corazón abiertos; es una historia futurista con acento zuliano y llena de humor venezolano. Es una novela de ritmo acelerado y tono soez, en donde Guliverio de Humboldt se redescubrirá a sí mismo a medida que se acerca a su destino, el cual no es para nada parecido a lo que él (o ustedes) se imaginan. Guliverio representa el engendro bastardo de la impía unión entre Julio Verne y Otrova Gomas.

Leonydas dice, es mi universo personal, el lugar donde todos los demonios de mi cabeza tienen rienda suelta. Si te gusta la literatura fantástica, si tienes curiosidad por el futuro, si sientes afinidad por el cine, la animación, la ciencia y los nuevos descubrimientos, siéntete como en tú casa.

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Lee todos los días.